Diez cosas que no sabías de la papa

Diez cosas que no sabías de la papa

Este cultivo andino fue un gran descubrimiento para los españoles que llegaron al continente. Pero cuando ellos la llevaron a Europa, nuestro adorado tubérculo fue bastante mal recibido. Acá te contamos por todas las que tuvo que pasar.

Aunque parezca increíble la papa acompaña a la humanidad casi desde siempre. ¿Qué significa “casi desde siempre”? Que los investigadores encontraron rastros de que hace 10 mil años existía ese cultivo en lo que hoy es el sur del Perú. Impresionante, ¿cierto? Por eso no extraña que durante siglos la papa haya sido junto al maíz un alimento clave en la alimentación de varios pueblos originarios. La cuestión es que cuando llegaron Colón y los suyos, además de encontrarse con un nuevo continente, descubrieron este tesoro con cáscara sucia. Ellos la denominaron "patata", a pesar de que los incas la llamaban "papa" como nosotros. Se cree que los españoles trasformaron el nombre porque lo mezclaron con el de la batata, otro vegetal que tampoco conocían. ¿Habrán pensado que existía una “patata” blanca y otra dulce? Pero hay también quien dice que lo hicieron para no ofender al líder espiritual de los católicos: el Papa y la papa poco tenían que ver y se prestaba a confusión.

En el libro “Historia política de la papa”, Luis Carranza Torres cuenta que fue cuestionada y resistida al llegar a Europa, alrededor del 1570. Tuvo que soportar años duros hasta lograr que la llevaran a la mesa:

1. A los europeos no les gustaba la idea de comer algo que creciera bajo la tierra. Un fruto desenterrado no les generaba la suficiente confianza. ¡Qué era eso de alimentarse con raíces!
2. La aristocracia europea empezó a usar la flor de la papa como adornos para las casas y decía que los tubérculos eran sólo aptos para alimentar a los cerdos y a los más pobres.
3. También la acusaron de causar lepra. ¿Podés creerlo?
4. En Rusia la llamaron “Planta del diablo”, justamente porque venía de las entrañas oscuras de la tierra.
5. Y en Escocia los religiosos dijeron que era pecado comer papa porque ese alimento no aparecía en los relatos bíblicos.
6. Pero en Galicia, en 1730, un hongo en los árboles de castañas los dejó sin esos frutos que eran fundamentales en la alimentación del pueblo gallego. En medio de la desesperación por no tener qué comer, llegó la oportunidad para nuestra querida papa y empezaron a plantarla en los monasterios.
7. Antoine Parmentier, un farmacéutico francés que había sido prisionero del ejército prusiano en la Guerra de los Siete Años, se transformó en el principal defensor de la papa y luchó contra su mala fama. Una vez que lo liberaron, fue a ver al rey Luis XVI y le puso las cartas sobre la mesa: si él había sobrevivido a la prisión era gracias a haber comido papa hervida (lo único que le daban en la cárcel), así que si el rey quería evitar que los más pobres se murieran de hambre tenía que convencer a los campesinos de que cultivaran papa.

Antoine Augustin Parmentier, el gran defensor de la papa.

8. Pero los campesinos franceses no querían arriesgar sus tierras con este cultivo poco confiable. Entonces, el farmacéutico logró que Luis XVI le permitiera plantar papas en campos reales y puso soldados a custodiar las plantaciones. Parmentier quería que los campesinos se convencieran de que si esas raíces sucias merecían el cuidado del rey y sus soldados, significaba que eran valiosas. Su estrategia fue parecida a decirle a un chico: “No toques esto”. ¿Qué hace el chico? ¡Va y toca! Exactamente igual fue con los hombres de campo.
9. Por eso le ordenó a los guardias que se relajaran lo suficiente durante la noche como para que los campesinos entraran a robar el tesoro. ¡Y lo consiguió! Poco después empezaron a aparecer campos con plantaciones de papa.
10. Las guerras napoleónicas terminaron de poner las cosas en su lugar porque, en medio de la falta de comida, la papa se convirtió en una gran fuente de alimentación de Europa. Para 1815 ya era un alimento básico en el norte del continente.

Después de batallar y batallar, la papa conquistó Europa. Así que la próxima vez que prepares un puré o las cortes para hacerlas fritas, acordate de que tenés en tus manos a un tubérculo poderoso que se abrió camino pese a las piedras que tuvo que sortear.