¿Sabías que el tiempo de estacionamiento y las proporciones de hoja, palo y polvo influyen en el sabor, intensidad y duración del mate?
La variedad que existe a la hora de tomar mate es mucho más que elegir entre amargos o dulces. Primero tenés que saber que cada marca de yerba hace su propio blend, es decir que determina el tiempo de estacionamiento para el producto y la cantidad de hoja, palo y polvo con la que la elabora. Por eso, no todas los mates saben igual. Pero además hay un gran catálogo de yerbas. Está la YERBA MATE CON PALO, que tiene un promedio de 70 por ciento de hojas secas y trituradas y un 30 por ciento de palo. Es la más común y la que te da un mate suave.
Por otro lado tenés la YERBA MATE SIN PALO, hecha casi toda de hojas desecadas, rotas o pulverizadas y que apenas contiene un 10 por ciento de palo. Eso genera un sabor más fuerte, intenso y rondas de mate más largas. Otra opción es la YERBA MATE COMPUESTA o, como le decimos muchas veces “yerba con yuyos”. Tiene hierbas como boldo, tilo, manzanilla, poleo, hinojo o menta. Según el Código Alimentario Argentino, este tipo de yerba no puede llevar más de un 40 por ciento de hierbas aromáticas y el 60 por ciento restante debe ser yerba mate. Así, a las propiedades antioxidantes y energizantes de la yerba mate, se suman las de las hierbas naturales. Según el agregado que tenga, el mate puede resultar digestivo e ideal para después de las comidas o provocar una sensación reconfortante, relajante y de bienestar. Otra alternativa para quienes no forman parte de “la banda de los amargarlos” y prefieren no agregarle azúcar es la YERBA MATE SABORIZADA con esencias naturales y sabores que van desde los cítricos, como pomelo, limón y naranja; a los exóticos, como frutos del bosque y tropicales.
Es probable que no lo sepas pero también hay una YERBA MATE PARA TERERÉ, si bien podés preparar el mate frío típico del Litoral con cualquier yerba, los que saben recomiendan usar una de molienda más gruesa porque contiene bastante menos polvo, algo clave para que no se tape la bombilla como puede pasarte con la yerba común.
A su vez está la YERBA MATE BARBACUÁ, que es sometida a un proceso de secado utilizado por los nativos guaraníes. “Barbacuá” en guaraní significa “tostado” y la técnica consiste en un proceso lento y artesanal, en el que las hojas son expuestas al calor del fuego de leña durante todo un día. Eso le da un sabor ahumado o tostado propio de las maderas usadas durante el secado. Y, por último, tenemos la YERBA MATE ORGÁNICA que se elabora poniendo foco en el cuidado del medio ambiente y, desde la siembra hasta la cosecha, evita los agroquímicos como fertilizantes y plaguicidas sintéticos. Para identificarla, buscá el sello de “Orgánico Argentina” que le da el Ministerio de Agroindustria a los productos que minimicen el uso de los recursos no renovables y no utilicen agroquímicos. Ahora que conocés la variedad, podés elegir tu gusto.
